Deporte y alimentación: ¿se puede comer antes de entrenar?

Comer antes de entrenar

El actual ritmo de vida pone muy difícil la práctica de deporte con regularidad. Es evidente que quien quiere, saca tiempo de donde sea, pero la mayoría de las veces es al final de una maratoniana jornada de clases o trabajo, de encargarse de llevar a los niños a sus actividades…

Practicar ejercicio a cierta hora requiere fuerza de voluntad y energía. ¿Qué ocurre entonces cuando la última comida la hemos ingerido hace tiempo? ¿Podemos comer algo que nos dé fuerzas para afrontar una sesión de entreno? En definitiva, la eterna pregunta: ¿se puede comer antes de entrenar? Te lo contamos a continuación después de consultar a expertos en nutrición deportiva.

¿Comer antes de entrenar?

Lo primero que queremos decir es que no se debe practicar ejercicio con el estómago vacío de la misma forma que, obviamente, tampoco se debe practicar deporte a los diez minutos de ingerir una comida copiosa. El sentido común debe imperar.

Muchos deportistas optan por acudir a entrenar con el estómago vacío, especialmente cuando lo hacen a primera hora del día. Se trata de u n error que puede pasarles factura ya que para practicar cualquier actividad física es necesario contar con un mínimo de energía que solo la alimentación es capaz de aportar. 

Eso sí, es importante que lo que vayas a ingerir antes de entrenar lo hagas, al menos, una hora y media o dos horas antes para tener tus reservas de energía cargadas pero con el proceso de digestión esté perfectamente concluido.

Qué comer antes de entrenar

Ahora bien, ¿qué comemos antes de entrenar, sobre todo cuando el tiempo que va a transcurrir entre la ingesta y el ejercicio está muy ajustado? Alimentos bajos en grasas y proteínas que tengan un alto contenido en fibras e hidratos de carbono son perfectos para consumir antes de una sesión de ejercicio. Resultan fáciles de asimilar por parte del organismo, no te dejarán una sensación de pesadez y te permitirán obtener la energía que necesitas de la manera más rápida. 

Gracias a estos alimentos, asegurarás que el glucógeno necesario para llevar a cabo cualquier práctica deportiva pase a tu sistema muscular y te proporcione una adecuada reserva energética. 

De acuerdo con esto, cereales naturales, arroz integral, frutos secos, verduras y frutas como el plátano son los alimentos más beneficiosos por los que puedes optar antes de entrenar ya sea a primera hora o a media tarde, procurando que pase un tiempo mínimo hasta que comiences con el entrenamiento.

De todas formas, esto no quiere decir que no puedas ingerir alimentos ricos en proteínas y grasas saludables aunque si optas por comida rica en estos nutrientes, procura que el tiempo transcurrido hasta el entrenamiento sea mayor (dos horas). Gracias a estos alimentos asegurarás un correcto funcionamiento de tu sistema muscular y tendrás una mejor recuperación posterior.

¿Qué pasa con los líquidos?

Obviamente, el consumo de bebidas como agua o zumo son totalmente recomendables antes de entrenar, siempre en una proporción adecuada que después no te cause malestar o excesiva sensación de “encharcamiento”.

Una curiosidad: el café es otro gran aliado antes de entrenar ya que potencia el rendimiento, ayuda a reducir el dolor muscular y disminuye la percepción de esfuerzo según un estudio realizado en el Área de Nutrición Deportiva de la Universidad Internacional de La Rioja y basado en las afirmaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. Tomar una tacita de café media hora antes de hacer ejercicio resulta muy beneficioso siempre y cuando no tenga una concentración demasiado elevada que pueda provocar otros efectos secundarios como nerviosismo, taquicardias, cefaleas…

Y por último, los zumos y los batidos son otra de las opciones por las que puedes decantarte para conseguir la energía que necesitas para enfrentarte a una sesión de entreno. Contienen todos los nutrientes necesarios para que dispongas de una energía ligera que te permita optimizar el rendimiento de tu sesión de entreno, ya se trate de una sesión en el gimnasio o una salida para practicar running.